Pregón de
Don Juan
García
Navarro
Pregón de un emigrante de Cúllar en Lloret de Mar.
Este año tengo el honor de pronunciar el pregón de las Fiestas de Moros y Cristianos, en honor a Nuestra Santísima Virgen de la Cabeza.
Ante todo pido disculpas por los errores que pueda cometer al leer el pregón, pues la mayoría de vosotros sabéis que la Universidad que he tenido ha sido la vida cotidiana de la calle y del trabajo.
De mi pueblo contaros que nací en la calle Pérez y que me gustaría acabar mis últimos días aquí. Esta plaza y estos callejones me traen recuerdos muy gratos, a los tenderos tomando el sol, y a varios más, al Macario, Juan José barriendo, y los lunes a Domingo “el Pellejero” afilando. Y sobre todo el ruido de los cascos de los caballos al pasar hacia el caño a beber agua. Precisamente yo iba montado en alguno de ellos. Ya sabéis que yo soy Juanito "El Marchante".
Mi niñez fue normal, como la de cualquier niño de la época. Jugaba con trozos de madera, caña del río, con las navajas, dándoles las formas que nuestra mente quería (por ejemplo, arcos, flechas, rompiendo ramas de los árboles para hacer tirachinas, corriendo con el Tío Ranchero a los talones).
Con dos o tres pesetas de presupuesto para los domingos, si compraba un chambi a la Tía Pola o una trompa de 'Zapata' no me quedaba para el cine. Eso era sólo para señoritos. Yo sólo podía ir en feria.
Recuerdo a mis amigos. A unos los veo aquí. Otros tuvieron que emigrar igual que yo. Antes de que me salieran pelos en la barba cogí la maleta, la até con una cuerda de esparto verde, según la época, que por cierto, la maleta era de un vecino que había venido de la mili. Me fui para Madrid a trabajar tres meses en un bar, ganando 350 pesetas al mes, aunque el dinero no era mucho yo estaba contento porque estaba cerca de la Plaza de toros de las Ventas. Y a mí los toros me gustan. Y de Madrid, una noche, mis hermanas Maruja y Conce me facturaron para Barcelona. Y por cierto que al llegar me causó muy buena impresión (quizás fue el color amarillo de los taxis). Des pués me fui para Lloret, donde mi hermana Leonor, que fue la primera cullarense". en trabajar en Lloret, me colocó de botones en un hotel. En fin, me desarrolle como persona y tuve la ocasión de ayudar a muchos paisanos a encontrar trabajo en Lloret.
Aquellos tiempos fueron duros. Recuerdo que los domingos nos reuníamos en la pensión Estrella y en el bar Cabañas, esperando a que llegara alguno de Cúllar para que nos diera las últimas noticias del pueblo. Y si le había sobrado algo de merienda también nos lo repartíamos como buenos amigos. Éramos pocos cullarenses en Lloret, pero unidos.
Después, todo fue una cadena, siendo ahora más de quinientos cullarenses censados en Lloret. Así que me considero rico. Y digo rico porque tengo muchos amigos en Lloret, y aquí creo que también. Pues me lo habéis demos trado ofreciéndome el privilegio de hacer el pregón de este año.
Es tan grande la satisfacción que año tras año me causan estas fiestas, no sé si por el vino del país o por el buen acogimiento de la gente, que a mi compañero Daniel Torrente y a mí se nos ocurrió fundar la casa de Cúllar en Lloret de Mar, siendo ahora 260 socios, lo cual ha sido todo un éxito, y este éxito es debido a la participación de los socios y a la Junta en Pleno.
Ya son varios los años que la Casa de Cúllar funciona con la idea de unir a todos los cullarenses, tanto de Lloret como de otros lugares. La ilusión de los paisanos ha hecho posible que seamos una asociación con mucha marcha.
Desde aquí os quiero resaltar el éxito de los cullarenses en los carnavales de Lloret de Mar. Este año hemos paseado por las calles una carroza con la Torre de Cúllar, acompañada con una gran comparsa y la banda de música Benacuba. ¡¡Un fuerte agradecimiento desde aquí a todos ellos!!
Ahora quiero dar las gracias a mi familia por el apoyo que me está dando, y por los nervios que también estarán pasando.
También darle las gracias públicamente al Señor Alcalde Pepe Torrente, a la Junta de las fiestas, y sobre todo a los cullarenses que estáis aquí.
Mi enhorabuena a los reyes del año pasado, y larga vida a los que van a reinar. Y termino dándole las gracias a la Virgen de la Cabeza por darnos la oportunidad de reunirnos cada año para compartir en buena armonía estas fiestas tan inolvidables en su honor, y los paisanos ausentes y los aquí presentes, que Nuestra Señora permita que siempre perduren estos lazos de amistad entre todos.
¡¡Que comiencen las fiestas!! ¡¡Que nadie se quede parado!! ¡¡Que nadie deje de bailar!! Pero bebed con prudencia que la semana que viene hay que trabajar.