(Extracto)

 

Os invito a saludar a la Virgen, con la mirada vuelta hacia Ella, hacia su ermita: "En lo más alto del pueblo, llena de casta pureza, protegiéndonos está ¡La Virgen de la Cabeza!" No te olvides de tus hijos, los que tienen y no tienen monedas y síguenos bendiciendo desde el Puntal al Barranco, desde la Kaikuta a la Plaza, desde Cúllar a Llloret. Hago saber que, comienzan las fiestas de Cúllar en honor a la Virgen de la Cabeza, con moros y cristianos y, que terminarán con la subida de la Virgen a la Torre y las tradicionales meriendas familiares bajo las alamedas de la vega del río. Cullarenses y Lloretenses, paisanos todos, foráneos y extranjeros: "Otro año más a la plaza otra vez, donde estamos ahora, donde moros y cristianos, como tú quieres Señora, se comportan como hermanos".

 

Muchas gracias por contar conmigo. He dado bastantes conferencias, charlas, entrevistas y, cada Resurrección, el canto del pregón pascual, pero me faltaba "El Pregón" con mayúsculas. Pregonamos el ritual que, año tras año, hacemos en honor a la Virgen de la Cabeza: mis recuerdos me llevan a esperar la Virgen en el cruce de caminos cerca de la Cooperativa, con los trajes regionales, los cohetes, el repique  de campanas, las flores y la cuerva, y desde hace más de 25 años, los lujosos desfiles de moros y cristianos, la música de Paquito el Chocolatero, las marchas moras y cristianas, la comida compartida para visitantes y locales, que recuerda el milagro de los panes y los peces.

 

Jamás podría pensar que Proyecto Hombre me daría tantas satisfacciones y emociones juntas entre los que se encuentran los reconocimientos públicos y lo mejor, la rehabilitación y reinserción social de aquellos que salen. En mi persona reconocéis el trabajo en Proyecto Hombre de ayudar a salir de las drogas a cualquier persona que esté metido en ella. Quiero pregonar lo que me ha llevado de los sueños a la vida en mis 44 años. Dichoso el pregonero que trae buenas noticias. "Llegó a Cúllar la noticia que les voy a contar": Empiezan las fiestas, que no hayan peleas, ni violencia de ningún tipo, que seamos moderados en la bebida, en el comer, en el trato de unos con otros. No olvidemos a los que sufren, a los que no tienen, a los que pasan dificultad o están en paro. Que no haya en el mundo guerras, ni muertes, ni terrorismo, ni hambre, ni violencia, ni niños ni mujeres maltratadas. Que si las mujeres sois famosas o noticias en la prensa, sea por vosotras mismas o porque vuestros hijos dan que hablar, como Jesús, el Hijo de la Virgen.

 

1.FAMILIA

 

Soy hijo de Emilia Alarcón y de Jesús Tortosa. Tengo cinco hermanos que hoy me acompañan con sus familias respectivas. También algunos primos andan por aquí. Estoy orgulloso de esta familia. Como el hijo de Jesús me conocéis muchos de vosotros, hasta algunos me llamáis Jesús. ¡Qué sabiduría en ello!, el hijo de Jesús seguiré siendo siempre y no os empeñéis en cambiarlo, que no lo quiero. De mi padre aprendí solidaridad y no violencia. ¡Qué gran educador de calle era!, un buen consejero, un cristiano. Junto a mi madre, forjaron mi vocación social y cristiana. Estoy orgulloso de creer en el Hijo de María, la Virgen. Una fe en la Virgen que me sorprendió cuando en 2002, tras el robo de la imagen, surgió en el pueblo una devoción oculta y callada que ahora va dando sus frutos. Una fe en la Virgen que se ha visto complementada por lo que me dais con vuestra vivencias. Como dice la composición que, generosamente nos ha regalado Asun Torres y Luis Bedmar, "desde la cima más alta, en torre mora y cristiana, la Virgen de la Cabeza, Cullarenses, nos abraza" y que pido desde aquí, adoptemos como himno.

 

2. COMPAÑEROS/AMIGOS

 

Por las calles de pueblo, solo o acompañado de mis amigos, el Candi, Romanín, Juan Gregorio, Miguel Ángel, Pedro Pozo, Angelitas, Encarnita la del médico, Pepita la del taxista, he jugado al escondite salvándonos en su chauna; he jugado a la comba, al elástico, príncipes y princesas, policías y ladrones, médicos y enfermeras, churro, pico, tena, el pipe, boli y troli, canicas, la trompa, las chapas y otros muchos juegos de calle. También surgieron los primeros amores. En casa de "la Tomatilla", con Ramón, el de la Ika, he jugado al futbolín subido en una tarima para poder llegar a ver las bolas. Junto a los curas D. Horario y D. Juan de Dios aprendimos a tocar la guitarra. Dichoso chin, chin, pum que nos llenaba los dedos de vejigas. El esfuerzo de ayer me está dando muchas satisfacciones hoy al coger la guitarra y ayudar con el canto en misas, fiestas y veladas. Miradas, relaciones y encuentros. Gimnasia emocional. En esas escapadas que hacíamos de niños, me he bañado en la presa, he ido a ver los huesos del inglés, he buscado "las máscaras" que algunos decían ver en los barrancos, la eras, el pósito, la plaza y el puntal. La Torre y sus alrededores eran lugares que recorríamos cual exploradores en busca de no sé qué. Alguna pelea entre placeros y barranqueros no ha faltado. Hoy, gracias a Dios, quiero entender que esto ya no existe. He vivido con tristeza el cierre de los cines, pero he podido disfrutar de ellos haciendo teatro juntos a Julio el de la posá, Adela, Rafaela, Rosita, Juan Manuel, Juan Pedro el de la gañana, y otros muchos más. Cuando he ido a alguna ciudad o pueblo y me he enterado de que allí había un compañero o un paisano, he intentado visitarlo, porque sé la alegría que da al que lejos de su casa y de su tierra, le traen recuerdos, alejando prejuiciosa y abriendo lazo de encuentro y diálogo.

Desde hace ocho años, la comida anual de compañeros de la EGB, se han convertido en espacios de buenos recuerdos. Recuperamos ilusiones de ayer y contamos nuestra vida. Desde esta tribuna quiero evocar a los maestros que han influido y apoyado nuestra educación D. Emilio, Salvador, Maruja, Álvaro, Susana, María Ramona, Juan Bautista, Juan Carricondo, Doña Lola, etc. y muchos más. Ante ellos, desde lo mas profundo de nuestra gratitud: "gracias por haber compartido con nosotros los años de niñez y preadolescencia tan significativos en nuestras vidas. A cada compañero y compañera se nos agradece, con un diploma, el ser como somos y el gozo que supone mantener una amistad y un recuerdo especial tras el paso de los años. Pili y Conchi Torres, Antonio Simón y Fernando el Gato ¡Cuánto disfrutamos preparando y viviendo este encuentro! Gracias. Relaciones, encuentros, gimnasia emocional.

 

3. VECINOS/PAISANOS

 

Como dijo un periodista de mí: soy de Cúllar y ejerzo. Pues sí, me siento bien aquí y me gusta ser de Cúllar. Aquí nací, crecí y aprendí mis primeras lecciones de vida. Gracias paisanos, gracias paisanas. Pienso que el mejor pan, la mejor carne, las aceitunas, el queso y las artesanías  son las del pueblo y los promociono y regalo. Vivir en un pueblo es vivir con mucha paz, es vivir sin prisas ni agobios, es ser conocido e identificado. "Eres alguien porque necesitamos tener presencia: ser vistos, ser escuchados. Sin ese placer de ser tenidos en cuenta, nuestra vida se convierte en un sinsetido y nos duele. La hipoteca nos duele menos que no contar con el respeto de los compañeros de trabajo o de los vecinos y paisanos o de la familia y amigos. "Tras el hermanamientos con Lloret de Mar, más vecinos y paisanos se nos han incorporado. De Cúllar algunos socios apoyáis Proyecto Hombre. En Lloret de Mar mucho apoyo y cariño por lo que hago. Juan el Marcante, el Dani Torrente, Isabel Casas, Josefilla la del Municipal, la Corporación Municipal, se que os alegráis con mis alegrías y os agradezco vuestro apoyo personal y como Casa de Cúllar.

Promoví que Cúllar fuera el primer punto de objeción de conciencia en la provincia de Granada, creando una plaza en Cáritas. A su vez alenté y diseñé, con Adri, la Radio de Cúllar que tan buenas noticias y momentos nos hace pasar. Recibí una gran alegría cuando en los paseos por internet, la Casa Caridad aparecía como centro hospitalario de socorro.

Pero gracias especiales a mis vecinos de la C\ Pío XII, donde aún vive mi querida madre. Mi barrio, mis vecinos, "¡Aquí si hay quien viva!" Los que están: la Consuelo, la Catalina, el Ramón, la Juanita, el Julio, la Trini, los curas de cada momento concreto, la Eduarda, doña Lola y los que no están: José Lizarán, Sandalio el Tenaco, Carmen la de Diego, y Ángel. No puedo dejar de emocionarme por los buenos momentos compartidos, los veranos al fresco, que no lo cambio por nada; por la ayuda inestimable de que os dais los unos a otros y en el cuidado y mimo que ponéis en haceros la vida mejor. Así las cosas, no me extraña que mi madre no quiera salir para nada.

Y, por último,

 

4. FIESTAS

 

Cúllar según nos dicen los estudiosos del pueblo, significa terreno elevado. ¡No lo dudamos! Bien sabemos que es subir y bajar cuestas. Qué decir de nuestro pueblo que tiene su origen en palabras árabes y tanta historia vivida. Pero, la principal riqueza somos sus gentes, no lo dudéis ni un momento: sus gentes que, desde la realidad y sus problemas sabe ofrecerse al goce y deleite de sus fiestas. Estos momentos en el año nos sirven, como cualquier acontecimiento cíclico, para pensar en el pasado y atisbar el futuro con serenidad y con esperanza. Las fiestas suelen estar ligadas a la relación del hombre y la mujer con la naturaleza que lo rodea o con su fe en una imagen sagrada, la Virgen de la Cabeza, la chiquitica, o San Agustín para nosotros. En Cúllar, estrenamos primavera, con esta querida fiesta que hoy tengo el honor de pregonaros. En cada fiesta vivida he intentado no faltar a mi pueblo... y, a estas fiestas ¡no he faltado nunca! aunque solo haya sido a ver bajar a la Virgen y luego marcharme. Me gusta estar aquí, aunque, haya cosas que se pueden mejorar. Invito a que la gente venga y nos vea en vivo y en directo. Color, ruido, música y relaciones nos acompañan cada día.

Desde pequeño, las he visto crecer con el desvelo de muchos paisanos, el Pelegrín, Paco el de la Kika, Joaquina la de Fermín, D. Eusebio, Jose María Valdivieso (El Gañán), Jose María el Fontanero y, los que ahora estáis. Cada uno le ha puesto su impronta con mayor o menor acierto. La historia nos pondrá a cada uno en nuestro sitio. Son nuestras señas de identidad y nos relacionan: permiten el encuentro. Son terapéuticas, intentan curar heridas, promesas y anhelos. Pero me preocupa que se vacíen de contenido y sólo puedan ser espacios de conflicto, bebida y diversión sin control. Yo las entiendo como unas fiestas de relaciones, donde no estamos festejando el Islam contra el Cristianismo, la Media Luna contra la Cruz, sino sólo el recuerdo de unos acontecimientos que hicieron historia. Hoy gano yo, mañana ganas tú. "La Santa Virgen María de la Cabeza, Señora y Santa Madre de Dios no se consigue a la fuerza, sino con el corazón". es la vivencia de una fe acogedora, universal y fraterna. "Estas fiestas anuales son síntoma de confianza y del saber hacer del pueblo tan bonito que habitamos. La fiesta es comunicación y no solo ruido. Es intimidad también. Es generosidad, sin trabas para sonreír, para gustar, para entablar una larga conversación que nunca debió ser interrumpida y reencontrar al amigo o amiga que hace tantos años no vemos. La fiesta es una sorprendente forma de participación colectiva en la vida común, en la de todos".

Los ritos son los de siempre. Sonarán campanas de la iglesia... la Virgen será traída desde su ermita, desde la torre hasta la Cooperativa y la iglesia, celebraremos la Eucaristía, la ofrenda floral y disfrutaremos del colorido de los desfiles por nuestras calles y cuestas llenas de sol y mágica luz hasta terminar con la representación de los papeles. Mención especial me merece el barrio de San José, llenos de alegría e ilusiones donde contemplo el paso sereno de las comparsas y suenan los tímidos aplausos y vivas. Las escuadras Moras con sus nombres recrean parajes de nuestro pueblo (Morojos, Alkaikutos, Maciacerreos) y las escuadras Cristianas nos hacen saborear a la Virgen y su entorno (Guerreros del Cerro, Guerreras de la Torre, Guardianes de Cúllar, Damas de la Torre). Finalmente casi en un interminable desfiles de más de 800 personas entre niños, jóvenes, adultos y abuelas, aparece y hace su parada, la hermandad y la imagen de María de la Cabeza, que poco valor artístico tiene, pero sí que lo contiene, con sus brazos abiertos mostrando al Niño que simula bailar de alegría mostrándose y dándose, y casi nos habla: Cullarenses, que este día de fiesta os sirva para mejor pasar el año y este recuerdo sin igual os acompañe a cada uno en vuestro lugar con el convencimiento de que la Virgen de la Cabeza os quiere y protege. Y, cuando todo acabe, una traca final ensordecedora para que los oídos queden con el eco y el buen sabor de las cosas hechas hasta el año que viene.

 

Queridos paisanos, sabéis que ni soy moro ni cristiano, sino del pueblo y creyente en un Dios que probablemente si exista, así que relájate y disfruta de la vida, disfrutemos pues de los momento mágicos del día y de la noche que la fiesta nos propone, porque no hay fiesta más hermosa que la que se comparte con lo demás. Celebremos la fiesta con entusiasmo y participando. Tengamos también un recuerdo espacial hacia aquellos que se fueron, los que este año y sucesivos no nos podrán acompañar, pero que no renunciaron a la alegría de los festejos: entre otros, Melles la de Antonio el Maestrillo, Angelitas la de Manolo, el Bulle, Juan el Habichuela, Paqui la de Manohierro, y aquellos que no pueden asistir a la fiesta porque están solos, enfermos o tienen que cuidar de alguien o, simplemente el trabajo se lo impide. Desde sus respectivos lugares estarán desde este momento con nosotros.

 

Paisanos y paisanas, los nombrados con mucho cariño y los que no he podido nombrar, mas habéis hecho un gran favor con este encargo y, aunque no obtenga el aprobado popular, a mi me ha servido... En este recorrido por mi vida, por la fiesta, he disfrutado cada momento. Desde que acepté ser el pregonero, me habéis hecho reafirmarme en lo que soy, en lo que hoy trabajo y en lo que tengo. Tengo una familia, unos amigos y amigas y un trabajo que me entusiasma. Soy un cullarense feliz, un sacerdote feliz, un pregonero feliz.

 

¡Viva Cúllar y sus gentes!

¡Vivan las fiestas de Moros y Cristianos!

Viva Jesucristo y la Madre que lo parió, ¡Viva la Virgen de la Cabeza!

 

José Mª Tortosa Alarcón